martes, 25 de enero de 2011

   Me he decidido a escribir esta entrada tras leer la siempre inspiradora publicación  de J. Irastorza Algunas cifras de la industria cultural y en homenaje a todas aquellas personas que hacen o hicieron arte pero no se hacen llamar artistas.

   Durante mi estancia en Madrid, mi hermana Cecilia, Dani y yo planificamos dedicar un sábado a visitar alguna de las principales pinacotecas de la ciudad. Las opciones eran: Museo del Prado, Thyssen -Bornemisza o Reina Sofía. Al final nos decantamos por el primero. Creo que resultó la mejor elección, dado que sin duda es el más cercano y asequible para la mayoría del público.

   La primera grata sorpresa fue el precio de la entrada 8€ (incluido ropero, plano y la exposición temporal Pasión por Renoir) frente a los 20$ que cuesta el MOMA de Nueva York o los 24€ que cuesta la entrada completa al Louvre.


   El nuevo, luminoso, amplio e impecale vestíbulo fue nuestro siguiente regocijo. Ninguno habíamos visitado el el museo desde que se produjo la ampliación y nos causó muy buena impresión.

   Entonces comenzó la visita. Las salas cronológicamente ordenadas, carteles explicativos claros, la sucesión de grandes obras de maestros españoles, italianos, flamencos, inlgeses, frnaceses... Todo ello con una museología impoluta y una coherencia impresionante para un espacio de semejantes dimensiones. Con un poco de atención y la gran labor de los restauradores se puede realizar un interesantísimo ejercicio pedagógico: observar las diferentes, escuelas, las tendencias pictóricas, los temas recurrentes (religión, mitología, realeza...) las influencias de unos autores sobre otros, las reinterpretaciones de una misma obra (sí, habéis leído bien los pintores se copian unos a otros admirablemente para mejorar y enriquecer).

   Para completar el día pudimos visitar la exposición temporal de Renoir ( la mayor colección de obras del autor francés vistas en España). El único inconveniente fue que la colección atrajo tal afluencia de público que apenas pudimos disfrutarla.


   Todas estas grandes obras, el trabajo de auténticos genios de su época, de visionarios que realmente cambiaron el concepto de lo plástico me lleva a plantearme ¿cuánto ingresan los pintores y escultores españoles? ¿alguien lo sabe? Nadie. Deduzco, pues, que si no te pasas la vida en los periódicos debes saber lo que es el verdadero amor al arte, sin esperar inmediata y cuantiosa remuneración.



1 comentario:

  1. Es que cuando "esa gente" habla de cultura o arte, en realidad quiere decir "industria", "negocio"... pero no cualquier industria o negocio... "su industria", "su negocio"...

    Tu estás hablando de arte arte... sin confundir términos, como dios manda...

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